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La inflación no da tregua en todo el mundo y España da cuenta de ellos. Este jueves, el precio de la nafta y el gasoil en ese país quebró un nuevo récord histórico, donde se consolida por encima de los 2 euros por litro. Las medidas de subsidios a la energía para abaratar los costos de los consumidores quedaron atrás, puesto que el salto inflacionario se acelera cada vez más y es incontrolable.
Precios en España.
Los precios de los combustibles tuvieron un alza de más del 30% respecto al mismo período de 2021 en España. Esos valores se dispararon aún más desde febrero pasado, con el inicio del conflicto Rusia-Ucrania.
En concreto, el precio del medio del litro de nafta se situó en los 2,141 euros, tras registrar una subida del 1,13% con respecto a la semana pasada. Ese importe medio incluye los impuestos, pero no refleja el descuento que entró en vigor desde el pasado 1 de abril, de al menos 20 centavos por litro.
Desde el inicio del conflicto Rusia-Ucrania a finales de febrero pasado, los precios de la nafta y el gasoil en España se han disparado más de un 30%. En el caso de la gasolina el porcentaje de aumento se eleva hasta el 33% y el del diésel al 38%.
Contando con esa subvención, el precio del litro de nafta sería así ya casi 12 centavos más caro que en la última semana de marzo, donde valía 1,818 euros. Con respecto al mismo período de 2021, el valor del medio del litro de nafta se ha encarecido un 55,82%, mientras que en el caso del gasoil es un 67,68% más caro en la comparación interanual.
En el caso del gasoil, el precio medio del litro ha registrado un alza del 3,64% y superó por segunda semana consecutiva el techo, alcanzando los 2,076 euros en España. Con la tarifa subsidiada, el diésel en España marcó precios en marzo de 1,837 euros por litro.
Estos precios se registran en un entorno de alzas constantes del crudo en el actual contexto, marcado por la guerra en Ucrania. Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves por encima de los 110 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba a algo más de 104 dólares.
El menor nivel de precios finales con respecto a los otros países europeos se debe a que España, pese al IVA (impuesto al valor agregado, impuesto sobre el valor añadido o impuesto sobre el valor añadido), a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiesel (es un líquido que se obtiene a partir de lípidos naturales como aceites vegetales o grasas animales, con o sin uso previo, mediante procesos industriales de esterificación, transesterificación y que se aplica en la preparación de sustitutos totales o parciales del petrodiésel o gasóleo obtenido del petróleo), sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media de la Comunidad Europea.