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Solá y los países árabes
El canciller Felipe Solá mantuvo hoy una reunión de trabajo con un grupo de once embajadores de países árabes, a quienes transmitió la voluntad del Gobierno argentino de avanzar en diferentes proyectos de cooperación en áreas agrícola-ganadera y científico-técnica, como así también de potenciar el intercambio comercial y las inversiones en territorio argentino.
“Para la Argentina en particular, y el Mercosur en general, la relación con los países árabes es prioritaria”, afirmó Solá, a la vez que recordó que los ciudadanos con raíces árabes constituyen en nuestro país la tercera comunidad en importancia, luego de la italiana y española.
“Más allá de exportar e importar, debemos promover la constitución de emprendimientos conjuntos entre empresas de ambas partes, asociándose argentinos y árabes, combinando capacidades, productos, posicionamiento ante los mercados y financiamiento”, subrayó el ministro acompañado por el jefe de Gabinete de Cancillería, Guillermo Justo Chaves, y por el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme.
Las economías árabes en Argentina
Al resaltar la complementariedad de las economías árabes con la de Argentina, aclaró que “existe un inmenso campo para desarrollar los intercambios y la cooperación económica y tecnológica”. Los mercados de los países árabes se encuentran en franca expansión, con altas tasas de crecimiento demográfico y creciente demanda de alimentos y productos agroindustriales. En estos sectores, Argentina posee evidentes ventajas comparativas y puede satisfacer parte de esa demanda, en el marco de una nueva etapa de vinculación con la región.
Finalmente, el canciller Solá, recordó las coincidencias de la Argentina y países árabes en posiciones comunes ante diversos foros multilaterales, como así también a favor del fortalecimiento del diálogo Sur-Sur como forma de asegurar el desarrollo humano integral y la preservación de su soberanía. En ese sentido, Solá agradeció muy especialmente el apoyo y la solidaridad de los países árabes en la cuestión Malvinas, tanto a nivel bilateral, como en foros biregionales e internacionales.
Estuvieron presentes en la reunión los embajadores Riyad Saud Al Khenene (Arabia Saudita), Abdelaziz Benali Cherif (Argelia), Amin Mourad Meleika (Egipto), Said Abdulla Saif Joula Alqemzi (Emiratos Árabes Unidos), Abdullah Alí Al-yahya (Kuwait), Johnny Antoine Ibrahim (Líbano), Fares Yassir (Marruecos), Husni Abdel Wahed (Palestina), Mohamed Ali Ben Abid (Túnez) y Hassan Ahmed Abdelwahab (Liga de los Estados Árabes) y Bashir Elakkari (encargado de negocios de Libia).
Inmigración árabe en Argentina
En la actualidad, la inmigración árabe en Argentina es la tercera no americana más numerosa de ese país; la comunidad más fuerte es la siria, luego la libanesa, luego le siguen la egipcia, la marroquí y la palestina. De los 3,5 millones de personas que son árabes o descendientes de ellos, alrededor de 400.000 son musulmanes y el resto de esta comunidad es, mayormente, cristiana.
Historia
“Paz por Siria”, mensaje de la colectividad árabe durante el desfile de inauguración de la XXXIV Fiesta Nacional del Inmigrante en Oberá.La Iglesia San Jorge de la ciudad de Salta, de rito ortodoxo antioqueno.El Centro Cultural Islámico Rey Fahd, en Buenos Aires, conforma la mezquita más grande de América Latina.
Los primeros inmigrantes árabes arribaron a Argentina en la década de 1860 y provenían del Imperio otomano, que ejercía presión sobre árabes cristianos y árabes musulmanes chiitas. Debido a esto, los árabes que llegaban a la Argentina eran erróneamente conocidos como “turcos”, ya que provenían de tierras bajo dominio otomano. Las autoridades de la Sublime Puerta se vieron afectadas durante el siglo XIX por las migraciones internas dentro de sus fronteras. Las olas migratorias comenzaron en 1850, cuando miles de personas oriundas de Siria, Líbano y Palestina decidieron emigrar hacia América huyendo de la miseria y las guerras internas de sus zonas de origen.
Estos emigrantes se asentaron principalmente en Estados Unidos, Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela y Chile, en Argentina se asentaron en Buenos Aires, Córdoba y en pequeñas ciudades del Norte argentino. El tráfico de inmigrantes provenientes de Oriente Medio siguió aumentando año a año hasta que en 1912 la cantidad de inmigrantes disminuyó considerablemente.
En 1940 el número de inmigrantes árabes provenientes de Siria y Líbano aumentó nuevamente debido a que los jóvenes eran reclutados para luchar en la Segunda Guerra Mundial (en ese entonces Siria y Líbano eran colonias francesas). Este número aumentó aún más durante la Guerra Civil del Líbano, que comenzó en 1958. El número de inmigrantes disminuyó drásticamente durante la caída de gobierno de Juan Domingo Perón, debido a la mala situación económica del país y al boom petrolero ocurrido en los países árabes.6
Desde la década de 1990 hasta la actualidad, el número de inmigrantes árabes se mantiene estable; estos nuevos inmigrantes proceden principalmente de Siria, Marruecos, Palestina e Irak y la mayoría de ellos se asientan en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, San Miguel de Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Rosario, Mendoza o San Luis.
En Argentina existen nueve mezquitas, tres de ellas en Buenos Aires, entre ellas el Centro Cultural Islámico Rey Fahd, inaugurado en 2000 de línea salafita, que es el templo islámico más grande de América Latina. La primera mezquita en el país se construyó en 1985.