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“El Mercosur fue una decisión política derivada de ciertas condiciones regionales, situaciones de cada país y de una conmoción internacional bien interpretada, por eso hay muchas decisiones políticas que nos esperan para el futuro”, aseguró el canciller Felipe Solá al encabezar hoy en el Palacio San Martín la presentación del libro “Mercosur, una política de Estado”, cuyo coautor y recopilador es Mariano Kestelboim, embajador argentino ante el bloque regional y ante la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Durante el evento, que se realizó con todos los protocolos recomendados por el Ministerio de Salud, Solá afirmó: “La política debe tener una mirada amplia, y los sectores productivos esperan que les digamos hacia dónde vamos, esto es una responsabilidad indelegable. El mandato histórico ya no es el fuerte de la cuestión. Hay 30 años de historia, sí, pero en este mundo de cambio permanente ya no sólo se trata de algo épico o romántico, sino que afianzar el bloque es una cuestión de supervivencia, por ejemplo de la industria, sea lo que fuera que produzca”.
Junto al ministro de Educación, Nicolás Trotta; el senador Jorge Taiana y el embajador Kestelboim, el canciller recordó que el Mercosur “tiene un enorme activo que se logró al fortalecerse el comercio intrabloque y cuando los ciudadanos sintieron como propio el espacio en otro país de la región”, al tiempo que destacó el papel estratégico del Mecanismo de Adaptación Competitiva y del Fondo para la Convergencia Estructural del bloque (FOCEM) y la necesidad de ampliarlo.
La globalización
Dijo además que en la actualidad “surgen problemas de gobernanza que cuestionan la globalización en diferentes partes del mundo; ahora hay otra revolución potenciada por la pandemia, las desigualdades y las injusticias” y destacó que en medio de un mundo convulsionado “la fuerza de los hechos es imparable y exige una capacidad negociadora fuerte”.
Sobre el final detalló que hace falta “más participación de todos los sectores, de los gobernadores, de los alcaldes, porque o hacemos la integración con todos o no se podrá hacer, siempre con una alta dosis de política”.
En tanto, el ministro Trotta indicó: “30 años del Mercosur implican aprendizaje y dejar en claro los desafíos que tenemos por delante planteados por nuestro presidente, nuestro canciller y toda nuestra administración: el compromiso permanentes de promover todas las instancias colectivas de nuestra región que tiendan al desarrollo con justicia social y a la integración plena, no solo en el ámbito del comercio, sino en cada una de las instancias que permitan un desarrollo equitativo. No hay futuro para nuestros países si no lo transitamos de manera colectiva”.
El Libro
Kestelboim, por su parte, puntualizó que “el Mercosur ya no es un bloque solamente pensado desde lo comercial, como en un principio, sino que abarca lo productivo, ciudadano y cultural”. “Esperamos que el libro sirva para seguir pensando una construcción fuerte del Mercosur. En un contexto de crisis global sin precedentes en los últimos 50 años hay una decisión de nuestro gobierno de fortalecer más que nunca nuestro bloque”, concluyó
El libro tiene prólogo del presidente Alberto Fernández, prefacio del canciller Felipe Solá, y el aporte de artículos y ensayos de varios ministros y personalidades de la política y la economía.
Del acto también participaron el secretario de Relaciones Exteriores, Pablo Tettamanti, el jefe de gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves y, por videoconferencia, la Directora Ejecutiva Alterna por Argentina y el Cono Sur en el Banco Mundial, Cecilia Nahón; y los embajadores argentinos ante la Unión Europea, Pablo Grinspun; y ante Uruguay, Alberto Iribarne.