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La primera mujer cartera en Cabildo
Melisa Ricci se convirtió el 13 de octubre de 2020 en la primera mujer “cartera” de la localidad de Cabildo al reemplazar a Guillermo Delgado, quien ocupó el puesto laboral durante los últimos 30 años.
El ex responsable de la sucursal de Cabildo del Correo Argentino decidió otorgarle la oportunidad de este puesto laboral por la seguridad que aporta la pequeña localidad. Habitualmente es inusual que sea ejercido por mujeres en grandes ciudades para evitar posibles hechos de violencia y atracos.
La ciudadana de Bahía Blanca, de 36 años de edad, comenzó a trabajar viajando todos los días hasta Cabildo. En diciembre decidió residir en la localidad, junto con su marido y dos hijos.
Ricci explicó que “se dio la posibilidad a través del Correo Argentino y del sindicato de tomarme, me lo propusieron y yo buscaba trabajo. Mi puesto en Bahía no lo puede hacer una mujer por la inseguridad. Acá en Cabildo, la realidad es muy diferente, yo puedo salir a trabajar tranquila porque sé que no existe el peligro como en Bahía. Disfruto realmente al hacerlo”.
Melisa Ricci señaló que su padre, Hugo Ricci, lleva 50 años trabajando en la empresa, siendo actual jefe de correo de Cabildo y que, tras la jubilación de Guillermo Delgado, le ofrecieron tomar la posición de distribuidora por ser una persona familiarizada con el sector postal.
Además, Ricci agregó: “Trabajé 13 años en un café y estaba buscando trabajo. Yo digo que, a mí, personalmente la pandemia me trajo suerte porque me ofreció esta oportunidad, apostaron a que una mujer esté a cargo de la distribución y me cambió la vida al 100%. Estoy más que agradecida y orgullosa de ejercer este rol”.
Entrevista a Melisa Ricci
NC: ¿Qué experiencias te brinda ser la primera mujer distribuidora del pueblo?
MR: Es un trabajo lindo porque estoy en contacto con la gente. Los habitantes son abiertos conmigo, se genera un contacto muy directo y una relación que en otros lugares no pasa. Noto que están contentos, muchos dicen “¡Qué bueno una cartera en el pueblo!”, ya que no es algo habitual. Me invitan a pasar cuando les entrego las cartas, me llaman por teléfono cuando algo no les llega, me reconocen. Además, como mi familia vive acá, conocen a mi papá y me van asociando.
NC: ¿Cómo es un día habitual en tu trabajo?
MR: Yo llego temprano por la mañana al Correo, acomodo las cartas que tengo que entregar por sectores y salgo a repartir en bicicleta. Hay días de más trabajo que otros, pero todos los días de lunes a viernes realizo el recorrido. Las cartas simples las dejo bajo puerta, son las que primero entrego, pero las certificadas que requieren de la firma de la persona las entrego un poco más tarde a la mañana. Termino normalmente al mediodía, y realizo algunas tareas administrativas en la oficina, las cuales estoy aprendiendo.
NC: ¿Cuántas cartas promedio repartís en el día?
MR: Cuando más afluencia de correspondencia hay es cuando llega la boleta del agua corriente a los habitantes. Ahí son 1.200 cartas, lo cual me lleva aproximadamente tres días para repartir. También con el contexto de la pandemia la gente compra mucho por internet, por lo que paquetería se entrega mucho. Los primeros días del mes llegan tarjetas, resúmenes bancarios, en sí hay mucho movimiento. Cartas simples sí se nota que han desaparecido por la tecnología.
NC: ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
MR: El hecho de que me permite manejarme, estar al aire libre y en constante contacto social. Como me gusta mucho interactuar y hablar, me siento cómoda en esto.
NC: ¿Qué es lo que te resulta más difícil de ser distribuidora?
MR: Al principio me costó al repartir el tema de las calles porque en el pueblo la gente se maneja por apellidos, y desconoce las direcciones. Se me dificultó encontrar algunas casas porque no tenían ninguna señalización de la dirección, así que tuve que pedirle a la gente que ponga al menos un papel en sus puertas con el nombre de la calle y número. El pueblo se fue acostumbrando noté, y reaccionó bien a mi pedido, agregando algún cartelito en sus localidades.
NC: ¿Qué es lo que menos te gusta del trabajo?
MR: Es todo lindo. Resulta más difícil y se sufre más cuando el clima no ayuda como cuando llueve, hace frío, o hay mucho viento. El barro también se sufre un poco porque no todas las calles están asfaltadas. Pero le busco la vuelta, no me puedo quejar.
NC: ¿Extrañás Bahía Blanca?
MR: Yo trato de ir. Siempre que puedo voy, un sábado o un domingo. Allá tengo muchos amigos, familia, sobrinos. Está re cerca, en 30 minutos estás en Bahía. Pero Cabildo es lindo, el pueblo tiene su encanto.
NC: ¿Qué expectativas tenés sobre tu trabajo?
MR: Planeo seguir viviendo en Cabildo. La empresa es muy linda y reconocida. Espero seguir trabajando muchos años más y seguir el legado de mi papá que estuvo toda su vida en el correo. Ponerme la remera de mi trabajo es verme reflejada en él.