Milei

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Milei: anarco-capitalista con pragmatismo selectivo

Javier Milei se presenta como un libertario radical y globalista de libre mercado, defensor del individualismo extremo y enemigo del Estado, de los impuestos y del “colectivismo”. Su ideología se basa en pensadores como Ludwig von Mises y Murray Rothbard. Promueve una globalización comercial total, sin aranceles, ni barreras, ni regulaciones.

Sin embargo, su acercamiento a Donald Trump, un proteccionista y nacionalista económico, parece contradictorio… ¿O no tanto?

Trump: “América first” y realpolitik

Trump, por su parte, ha sido históricamente nacionalista, proteccionista y hasta abiertamente anti-globalización, promoviendo políticas de aranceles, cierre de fronteras, y producción local. Su lema es: “Make America Great Again”, pero solo si eso implica que EE.UU. gana más que nadie en cada trato.

Entonces, ¿qué los une?

Ideología “antisistema” y narrativa populista

A pesar de sus diferencias económicas, ambos comparten un enemigo común: el “establishment globalista progresista”, las élites políticas tradicionales, las ONG internacionales, el multilateralismo de organismos como la ONU, y cualquier forma de justicia social o redistribución.

Ambos han construido su base electoral sobre el resentimiento social, sobre el rechazo a los partidos tradicionales, el culto a la personalidad, el uso agresivo de redes sociales, el discurso beligerante y polarizante.

Coinciden más en su estilo que en su contenido ideológico.

Y eso, en política, a veces vale más que las doctrinas.

¿Por qué Trump apoya a Milei (y al préstamo del FMI)?

El apoyo de Trump a Milei y a la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) podría parecer raro, sobre todo porque Trump en su momento criticó al Fondo y la globalización financiera. Pero aquí hay varias razones prácticas:

1. contener a China en Sudamérica

Trump (y EE.UU. en general) ve con preocupación la expansión de China en América Latina. Si Argentina no consigue financiamiento del FMI, puede volverse más dependiente de préstamos, swap y comercio con China (como ya ocurrió con el swap que Milei aceptó de mala gana). Darle plata vía FMI es una forma de mantenerla bajo la órbita occidental.

2. promover gobiernos “afines” en la región

Para Trump, Milei es un símbolo de que “su modelo” funciona. Promocionarlo en la región es una jugada geopolítica para debilitar a gobiernos de centroizquierda o progresistas. Argentina se convierte en un “experimento neoliberal” que él quiere mostrar como ejemplo.

3. el FMI no es “de los países”, es de los intereses

Aunque parezca una institución multilateral, el FMI está fuertemente dominado por EE.UU. Su apoyo a gobiernos como el de Mauricio Macri y ahora Milei no es casual: responde a intereses estratégicos y económicos que trascienden la ideología.

Kristalina Georgieva y Javier MIlei, en Washington. Foto: (Presidencia)/NA.

Endeudamiento: ¿otra estafa como la de Mauricio Macri?

El préstamo de 44.000 millones que el FMI le dio a Macri en 2018 fue tan escandaloso que el mismo Informe de Evaluación Externa del FMI admitió que:

“El programa fracasó en restaurar la confianza del mercado, no logró estabilizar la inflación y aumentó la carga de la deuda.”
(fmi.org – Informe 2021)

Ahora, con Milei, se repite el patrón: un préstamo millonario sin garantías de crecimiento inclusivo, con alto costo social, y sin un plan económico de desarrollo productivo.

Eventualmente, el problema no es solo endeudarse, sino hacerlo sin un plan claro de cómo devolver ese dinero sin destruir el tejido social. Y eso no se resuelve achicando el Estado mientras se amplía la deuda. Es como amputar un brazo para bajar de peso.

Milei y el escándalo de la criptomoneda: la imagen económica y “la seriedad” hacia el exterior quedaron “diezmadas”
Milei y el escándalo de la criptomoneda: la imagen económica y “la seriedad” hacia el exterior quedaron “diezmadas”.

Entonces, ¿tiene lógica este vínculo?

Sí… pero no desde la coherencia ideológica, sino desde el pragmatismo geopolítico y el oportunismo político. Ambos se necesitan:

  • Milei necesita un respaldo internacional que legitime su ajuste.
  • Trump necesita un aliado que hable su idioma disruptivo.

Como dice el viejo refrán: “Los extremos se tocan”, especialmente cuando ambos extremos odian al centro.

Enumerar las derrotas o reveses de Javier Milei en el último tiempo puede dar una idea de la situación compleja en la que se encuentra su gobierno y su proyecto político.

Comparación con la crisis del 2001

AspectoCrisis 2001Situación actual (2025)
Tipo de deudaExterna con bonistas y FMIMayormente FMI y swaps bilaterales
Modelo económicoConvertibilidad, dólar fijoLibre flotación con fuerte ajuste
Nivel de pobreza54% (2002, postcrisis)57% (2024, antes del nuevo acuerdo)
Respuesta socialCacerolazos, piquetes, asambleasParos de CGT, resistencia territorial
Legitimidad del gobiernoMuy baja, caída de De la RúaAlta en su electorado, pero decreciendo
Salida del modeloDefault + devaluación + crecimiento¿Nueva deuda + ajuste sin crecimiento?

Lo peligroso es que la historia se está repitiendo, pero con más cinismo y menos red de contención.

¿Cómo reaccionan los movimientos sociales?

Los movimientos sociales y sindicatos están volviendo a tomar protagonismo. Ejemplos:

  • El paro general del 10 de abril paralizó el país, con más de 1 millón de personas movilizadas, según estimaciones sindicales.
  • Organizaciones como la UTEP, Barrios de Pie, el Frente Popular Darío Santillán y el Polo Obrero están organizando marchas federales contra el ajuste.
  • Algunos espacios comienzan a radicalizarse, cuestionando la legitimidad del modelo político actual.

¿Qué significa esto?

Podemos estar entrando en un nuevo ciclo de conflictividad social, como el de 2001-2002, pero con una diferencia clave: hay más fragmentación, más individualismo, y menos tejido colectivo que hace 20 años.

Asimismo, la política económica de Milei no tiene un plan productivo ni de desarrollo nacional. Es un ajuste contable que beneficia a grandes inversores, bancos, y actores financieros, a costa del empobrecimiento estructural de las mayorías.

La alianza con Trump y el FMI puede tener réditos geopolíticos, pero consolida un modelo extractivista y excluyente. Y eso, en una sociedad tan desigual como la argentina, siempre termina explotando por algún lado.

El presidente declara su apoyo incondicional al Estado de Israel
El presidente declara su apoyo incondicional al Estado de Israel.

Una mirada al futuro: ¿hay salida?

Sí, pero no por este camino. Las posibles alternativas viables, desde una lógica de desarrollo con inclusión, podrían incluir:

  • Un pacto fiscal que no se base en el ajuste, sino en una reforma impositiva progresiva (que los que más tienen, más aporten).
  • Inversión en economía popular, pymes y cooperativas, no solo en minería o especulación financiera.
  • Renegociaciones de deuda con objetivos sociales claros, no solo para “tranquilizar a los mercados”.
  • Recuperación del sentido colectivo, educación cívica y participación popular real (algo en lo que tu ONG puede tener un rol estratégico).

By Cesar Luis Muzi

Magíster en Medios & Comunicación Management en Macromedia University (Múnich, Alemania). Licenciado en Periodismo en la Universidad del Salvador (Buenos Aires, Argentina). Fotógrafo profesional de Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) y de la Escuela Argentina de Fotografía (EAF) con Alfredo Willimburgh.

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