El director nacional de Economía Social y Desarrollo Local explicó los alcances y la importancia de inscribirse en el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular. (ReNaTEP)
Pablo Chena es el director nacional de Economía Social y Desarrollo Local como tal está a cargo del Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (ReNaTEP) que junto con el Monotributo Social, los Proyectos Productivos asociativos y la conformación de cooperativas conforman “una escalera” para alcanzar la formalización de la economía popular.
El ReNaTEP es un registro de trabajadores y trabajadoras de la economía popular. Un registro laborar, lo cual es novedoso para el sector porque la mayoría de las veces que fue relevado, se lo hizo por sus condiciones sociales. Podríamos decir que el ReNaTEP se define por sus funciones:
1) Relevar la economía popular. Esto implica contestar tres preguntas: quiénes trabajan, cuántos son y qué hacen. Hoy ya superamos los 700 mil inscriptos.
2) El ordenamiento de la economía popular: organizarla en ocho ramas, en 75 actividades, en unidades productivas (cooperativas, unidades de agricultura familiar, proyecto productivo o emprendimiento totalmente informal) y, también, según su ubicación geográfica. Con estos datos hacemos una gran cartografía del sector.
3) El reconocimiento como trabajadores de la economía popular. Hasta ahora, las formas en la que el Estado veía al sector en sus estadísticas eran a partir de las categorías de desocupados, inactivos o informales, todas connotaciones negativas.
4) Es el primer escalón de la formalización de la economía popular. Nuestro gran objetivo es sacar la economía popular de la informalidad, hoy el 90 % del sector está asociado a la informalidad. Es, entonces, un primer paso para la formalización y la puerta de entrada a otras políticas del Ministerio.
El Monotributo Social sería un segundo escalón en esta escalera de formalización. El primero, como dijimos es ReNaTEP, el segundo escalón es la formalización fiscal y para eso, los instrumentos con los que hoy contamos son el Monotributo Social, que gestionamos nosotros desde el Ministerio, y el Monotributo Promovido para la inclusión social que gestiona la AFIP.
“A partir del Monotributo Social se accede a dos grandes derechos laborales, el derecho jubilatorio y el derecho a la salud a través del acceso a una obra social.”Pablo Chena
El Monotributo Social, es un instrumento para aquellos que están en situación de precariedad laboral, un reconocimiento en tres grandes rubros: primero, un reconocimiento fiscal, es decir que pueden facturar con el equivalente a un monotributistas categoría A del Régimen General ($208 mil anuales). Pero también, a partir del Monotributo Social se accede a dos grandes derechos laborales: el derecho jubilatorio y el derecho a la salud a través del acceso a una obra social. Hoy, de los 718 mil inscriptos entre titulares y adherentes, tenemos un 80 por ciento con cobertura 100 x 100 desde el Estado, es decir que a esas personas, el Ministerio le garantiza el acceso pleno a la salud. Mientras que al 20% restante, se les cubre la mitad, debiendo pagar cada inscripto unos $520 mensuales.
El tercer escalón, ya cuando hay una escala productiva, son los Proyectos Productivos. Generamos este nuevo instrumento para que los monotributistas puedan trabajar de manera asociativa. Básicamente es la posibilidad de que los monotributistas tanto sociales, como aquellos que están en las categorías que van de A a la D del Régimen General pero que cumplen la condición de vulnerabilidad, es decir que se inscriben en el Registro de Efectores, puedan trabajar de manera asociativa con un máximo de 20 integrantes. Así se multiplica el monto máximo de facturación anual, además de que los monotributistas sociales se integran productivamente con otro tipo de monotributistas. Es, en síntesis, un primer mecanismo de integración entre Monotributo Social y Régimen General en lo concreto, en la producción, en el armado asociativo de proyectos. Hasta el momento llevamos 2088 proyectos productivos creados desde el Ministerio de Desarrollo Social.
Por último, el cuarto escalón sería cuando esos proyectos asociativos logran constituirse como cooperativas. Hoy ya tenemos inscriptas 2300. Tenemos que acompañar y apuntalar con políticas públicas el proceso desde que se registran hasta que llegan a este último escalón, para no solo inscribirlos en ReNaTEP sino constituirlos en trabajadores con integración productiva y laboral plena y así también tener igualdad de oportunidades, incluso en términos financieros para poder salir de la usura que es un gran flagelo que acosa a este sector social.