por @laurenmurphy_
Sea honesto: hace cuánto tiempo se decidió sobre U2. Es poco probable que la reedición del vigésimo aniversario de su décimo álbum convierta a los gruñones y a los resentidos, pero para todos los demás esto es un recordatorio de la potencia de fuego y el efecto galvanizador emocional que U2 es (o al menos era, hace dos décadas) capaz de hacer.
Los fanáticos casuales pueden encontrar el conjunto de cinco discos y 51 canciones un poco abrumador (¿realmente necesitamos cuatro remixes de baile diferentes de Elevation?), Y la colección de “remixes” es una mezcla. La paliza en trance de Paul van Dyk de Elevation no se puede escuchar, aunque a otros les va mejor, incluida la maravillosa interpretación de Nightmares on Wax de In a Little While y la versión de Wyclef Jean de Walk On.
En otra parte, hay un disco de caras B, tomas descartadas y alternativas, con algunos momentos interesantes, que incluyen Always (luego reelaborado en Beautiful Day), Flower Child y Big Girls Are Best, un remanente de la era pop. Una grabación del concierto de Live in Boston publicado anteriormente completa la reedición, levantando la piel de gallina con cada rugido de la multitud.
Incluso sin las campanas y silbidos que lo acompañan, volver a visitar este disco, posiblemente el último gran álbum de U2, o al menos su último gran álbum, es una experiencia completamente agradable, desde el hermoso día exagerado pero aún efervescente hasta el conmovedor Kite y el atractivo y alegre rebote de miel silvestre.
