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En la historia del espectáculo argentino, hay pocas figuras tan icónicas como Alberto Olmedo. Con su estilo irreverente, su humor desenfrenado y su carisma innegable, Olmedo se ganó el corazón del público y se convirtió en uno de los comediantes más queridos de todos los tiempos.
Nacido en Rosario, Santa Fe, el 24 de agosto de 1933, Olmedo inició su carrera artística en la década del 50, como cantante de boleros y tangos. Sin embargo, fue en la televisión donde encontró su verdadera vocación.
Con una carrera que abarcó más de tres décadas, Alberto Olmedo se convirtió en uno de los comediantes más queridos y recordados de Argentina. el afamado actor creció en una familia humilde y trabajó en varios empleos antes de encontrar su verdadera pasión en el mundo del espectáculo.
Alberto Olmedo: el rey de la risa
Desde sus primeras apariciones en la radio en la década de 1950, Olmedo comenzó a forjar su reputación como un comediante talentoso y carismático. A medida que su fama crecía, se convirtió en una figura recurrente en la televisión argentina, y en la década de 1970 se unió al elenco de “Operación Ja-Já”, uno de los programas de comedia más populares de la época.
Alberto Olmedo se destacó como un maestro de la improvisación y la comedia física, y su química con su coprotagonista, Javier Portales, se convirtió en legendaria. El programa fue un gran éxito y ayudó a catapultar a Olmedo a la cima del mundo del espectáculo.
Desde muy joven, Alberto Olmedo demostró su talento para el humor. A los 15 años, empezó a trabajar en una radio local como ayudante de sonidista, pero pronto comenzó a hacer pequeñas intervenciones cómicas en los programas. En una entrevista con el diario Clarín, Olmedo recordó esos primeros años de su carrera: “Yo hacía de todo en la radio: sonido, música, propaganda. Y después, cuando había algún programa de humor, metía chistes o me colaba en algún sketch. Me gustaba mucho el humor y me salía natural”.
Operación Ja-Já
Su carrera en la televisión comenzó en los años 60, cuando fue convocado por Gerardo Sofovich para formar parte del elenco de “Operación Ja-Já”, un programa de humor que se convirtió en un éxito rotundo y que marcó el inicio de la era dorada del humor argentino en la televisión. En “Operación Ja-Já”, Olmedo interpretó a personajes como “El manosanta” y “El doctor Alberto”, que se convirtieron en clásicos de la comedia argentina.
Pero el éxito de Alberto Olmedo no se limitó a la televisión. También se destacó en el cine, participando en más de 50 películas y trabajando con directores de la talla de Enrique Carreras y Enrique Dawi. En 1986, protagonizó “Los colimbas se divierten”, una película que se convirtió en un clásico del cine argentino y que consagró a Olmedo como uno de los grandes de la comedia.
Alberto Olmedo: su trágico fallecimiento
Pero la vida personal de Olmedo no estuvo exenta de tragedias. En 1974, su esposa murió en un accidente automovilístico, dejándolo a cargo de sus tres hijos. Años más tarde, en 1988, Olmedo falleció en un accidente en la ciudad de Mar del Plata, durante el rodaje de la película “Atracción peculiar”. La noticia de su muerte conmocionó al país entero y dejó un vacío enorme en el mundo del espectáculo.
A pesar de su partida prematura, el legado de Alberto Olmedo sigue vivo en la memoria de los argentinos y en la cultura popular de su país. Su humor irreverente, su capacidad para improvisar y su talento para hacer reír son recordados con cariño y admiración por quienes tuvieron la suerte de conocerlo o disfrutar de su trabajo.