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El mundo del fútbol se viste de luto tras la partida de César Luis Menotti, uno de los entrenadores más emblemáticos de la historia argentina. Falleció este domingo a los 85 años, a causa de un cuadro de anemia severa, dejando un legado imborrable en el deporte que tanto amó.
Al momento de su partida, Menotti se desempeñaba como Director General de Selecciones Nacionales de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Desde este puesto, lideraba el proyecto deportivo de las selecciones albicelestes, transmitiendo su experiencia y visión a las nuevas generaciones de jugadores y entrenadores.
Su compromiso con la formación integral de los futuros talentos del fútbol también se reflejaba en su rol como director ejecutivo de la Escuela de Entrenadores César Luis Menotti. En esta institución, que lleva su nombre, Menotti impartía sus conocimientos y filosofía futbolística a jóvenes aspirantes a entrenadores, inculcando en ellos los valores del juego limpio, el trabajo en equipo y la formación de personas más allá de deportistas.
Biografía de César Luis Menotti
Nacido el 22 de octubre de 1938, aunque registrado el 5 de noviembre, Menotti se inició en las inferiores de Unión América de Fisherton y Argentino de Marcos Juárez, para luego dar sus primeros pasos en la Liga Carcarañense. Tras un intento fallido en Vélez, llegó a Rosario Central en 1960, donde debutó en Primera División.
En Rosario Central jugó cuatro temporadas, para luego pasar a Racing Club en 1964.
Su siguiente paso fue Boca Juniors, donde conquistó el título de Liga en su primera temporada.
En 1967, Menotti se embarcó en una aventura en Estados Unidos con The Generals de Nueva York. A finales de 1968, tuvo una breve experiencia en el Santos de Brasil, donde compartió equipo con el mismísimo Pelé. Su carrera como jugador finalizó en el Clube Atlético Juventus de San Pablo en 1970, dejando un legado de talento y entrega en el fútbol argentino.
Participación en la Copa América
Menotti, en ese entonces jugador, fue convocado para disputar el torneo. Jugó dos partidos como titular, ante Perú y Colombia, y marcó su primer gol con la camiseta argentina en la Copa Rosa Chevallier Boutell contra Paraguay.
Competición | Categoría | Sede | Resultado | Partidos | Goles |
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Copa América 1963 | Absoluta | Bolivia | Tercer lugar |
Un entrenador con un legado imborrable
Tras un breve paso por Newell’s, Menotti tomó las riendas de Huracán en 1971. Su filosofía revolucionaria y su talento para formar jugadores lo llevaron a conquistar el Torneo Metropolitano 1973, dejando una huella imborrable en el club.
El sueño mundialista
En 1974, Menotti asumió la dirección técnica de la Selección Argentina. Su visión del juego, basada en la posesión del balón, el toque preciso y el trabajo en equipo, caló hondo en un grupo de jugadores talentosos.
El punto culminante llegó en 1978, cuando Argentina, con Menotti al mando, se consagró campeona del mundo por primera vez en su historia. Un triunfo que marcó un antes y un después en el fútbol argentino y que lo consolidó como un ícono del deporte.
Experiencias en Europa y América:
Tras el Mundial, Menotti incursionó en el fútbol europeo con el FC Barcelona, donde cosechó algunos éxitos, como la Copa del Rey y la Copa de la Liga.
Su carrera como entrenador lo llevó a dirigir a clubes como Boca Juniors, Atlético de Madrid, River Plate, Peñarol, Sampdoria e Independiente, dejando su sello en cada institución.
Participaciones en torneos internacionales
Competición | Categoría | Sede | Resultado |
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Copa América 1975 | absoluta | Sudamérica | Primera ronda |
Copa Mundial de Fútbol de 1978 | Argentina | Campeón | |
Copa Mundial de Fútbol de 1979 | sub-20 | Japón | Campeón |
Copa América 1979 | absoluta | Sudamérica | Primera ronda |
Copa Mundial de Fútbol de 1982 | España | Segunda fase |
Más allá del fútbol
Menotti no solo fue un entrenador de fútbol, sino también un intelectual y un defensor del juego limpio. Escribió libros como Fútbol – Juego, deporte y profesión y Fútbol sin trampa, donde expuso sus ideas sobre el deporte y su impacto en la sociedad.
Más allá de los títulos y reconocimientos, Menotti fue un defensor incansable del juego limpio y la formación integral de los jugadores.
Su pasión por el fútbol y su compromiso con la educación lo convirtieron en un referente para las futuras generaciones de amantes del deporte.
Menotti se va, pero su legado perdura. Su filosofía futbolística, su ética deportiva y su visión del fútbol como herramienta social seguirán inspirando a jugadores, entrenadores y aficionados en todo el mundo.
Descanse en paz, Maestro. El fútbol argentino le estará eternamente agradecido.