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Langdon Winner sostiene que los artefactos técnicos tiene atributos políticos. En las últimas décadas, hemos visto un aumento significativo en la cantidad de tecnologías que utilizamos en nuestra vida diaria.
Desde teléfonos inteligentes hasta sistemas de transporte público, estos artefactos técnicos han transformado la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Sin embargo, ¿alguna vez has considerado cómo estos artefactos pueden tener cualidades políticas?
En el documento “Do the artifacts have politics?” (1983), Winner nos invita a reflexionar sobre la política que se esconde detrás de los artefactos técnicos de nuestra cultura material. ¿Estás listo para descubrir cómo las máquinas y sistemas pueden encarnar ciertas formas de poder y autoridad?
¿Qué son las cualidades políticas de los artefactos técnicos?
Según un artículo publicado por Langdon Winner en 1980, los artefactos técnicos pueden tener cualidades políticas. Esto significa que no solo debemos considerar su eficacia y productividad, sino también cómo pueden encarnar ciertas formas de poder y autoridad específicas.
Por ejemplo, el diseño de un edificio puede excluir a personas con discapacidades físicas o el diseño de un sistema de transporte público puede limitar el acceso a ciertas áreas geográficas.
Al analizar el impacto político de los artefactos técnicos, podemos identificar las formas en que ciertos artefactos pueden perpetuar desigualdades o injusticias sociales. Por ejemplo, las tecnologías de vigilancia pueden ser utilizadas para controlar y reprimir a ciertos grupos sociales.
Además, el diseño de ciertas tecnologías puede excluir a ciertos grupos de personas, como aquellos con discapacidades físicas o aquellos que no tienen acceso a la tecnología.
Para fomentar una cultura material más justa y equitativa, debemos trabajar para desarrollar alternativas más justas y equitativas. Esto significa diseñar edificios accesibles.
El diseño de un sistema técnico se convierte en un medio
Winner menciona dos formas en las que los artefactos pueden poseer propiedades políticas. En primer lugar, se habla de aquellos ejemplos en los que la invención, diseño y preparativos de determinado instrumento o sistema técnico se convierte en un medio para alcanzar un determinado fin dentro de una comunidad.
En segundo lugar, se habla de casos de lo que se pueden denominar tecnologías inherentemente políticas, sistemas ideados por humanos que parecen necesitar o ser fuertemente compatibles con ciertos tipos de relaciones sociales. Los artefactos técnicos pueden ser juzgados no solo por su eficacia y productividad, sino también por el modo en que pueden encarnar ciertas formas de poder y autoridad específicas.
En otras palabras, debemos considerar cómo las características específicas del diseño y planificación de un artefacto o sistema pueden convertirse en medios para establecer determinados patrones de poder y autoridad en un cierto entorno.
Para entender las consecuencias políticas de los artefactos técnicos, debemos analizar cómo sus diseños y planes seleccionados son influenciados por los actores sociales capaces de influir sobre ellos.
¿Cómo podemos utilizar esta perspectiva para fomentar una cultura material más justa y equitativa?
Winner propone que al considerar el impacto político de los artefactos técnicos, podemos fomentar una cultura material más justa y equitativa.
Para lograr esto, debemos analizar cómo los diseños y planes seleccionados de los artefactos técnicos pueden influir en la distribución del poder y la autoridad en una sociedad determinada.
Al hacerlo, podemos identificar las formas en que ciertos artefactos pueden perpetuar desigualdades o injusticias sociales, y trabajar para desarrollar alternativas más justas y equitativas.
En resumen, al considerar el impacto político de los artefactos técnicos, podemos trabajar para crear una cultura material más consciente y responsable.
Los artefactos técnicos pueden tener cualidades políticas
El texto habla sobre cómo los artefactos técnicos pueden tener cualidades políticas y cómo podemos juzgarlos no solo por su eficacia, sino también por su impacto político. Algunos ejemplos de artefactos técnicos con cualidades políticas son:
- Los algoritmos empleados por los motores de búsqueda, que pueden influir en la percepción pública de los eventos y las personas.
- Las redes sociales, que pueden ser utilizadas para difundir información errónea o promover ciertas agendas políticas.
- Las cámaras de vigilancia, que pueden usarse para controlar y vigilar a ciertos grupos de la sociedad.
Para fomentar una cultura material más justa y equitativa, debemos analizar cómo los artefactos técnicos pueden influir en la distribución del poder y la autoridad en una sociedad determinada. Por ejemplo, la tecnología de reconocimiento facial puede perpetuar la discriminación racial y de género, por lo que es importante considerar estas cuestiones al diseñar y beneficiarse de este tipo de tecnología.
En resumen, debemos ser conscientes de que los artefactos técnicos pueden tener propiedades políticas y considerar su impacto en la sociedad al planificar y al servirse de determinadas tecnologías. Esto nos permitirá trabajar para crear una cultura material más justa y equitativa.
