La directora del Registro Nacional de Efectores Sociales explicó la importancia del Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular y destacó que es unas de las claves para que el Estado pueda planificar políticas efectivas, sobre todo en la salida a la pandemia.
Sonia Lombardo, dentro de la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, está a cargo del recientemente creado Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (ReNaTEP). Es socióloga, forma parte del observatorio de Economía Social, Solidaria y Popular de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y tiene un largo camino recorrido en la militancia social, vinculada a la CTEP.
1- ¿Qué es el Registro de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular?
-Es un instrumento que tiene dos grandes objetivos: por un lado, conocer a los trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular: cuántos son, quiénes son, cómo se organizan, qué hacen y sobre todo, dónde lo hacen. Por eso realizamos la inscripción por ramas de actividad, forma organizativa y ubicación territorial de donde se desarrollan las unidades productivas. En este sentido, reconocemos por lo menos seis ramas de actividad que son bien propias del sector que estimamos incluye entre 4 y 5 millones de personas. Está la rama de servicios comunitarios, la de reciclado y mejoramiento ambiental, la industria manufacturera: donde se incluye todo lo relacionado con producción de alimentos y textil, entre otras; la agricultura familiar y, por último, la rama del comercio popular y trabajos en espacios públicos.
El segundo gran objetivo del registro es reconocer a estos trabajadores en términos de derechos. El Registro es un primer paso para ese reconocimiento, porque este instrumento les va a permitir acceder a determinadas herramientas que estamos pensando y planificando en el Ministerio orientadas a acompañar el desarrollo productivo y económico de estos trabajadores.
2- ¿Cómo surge la idea de crear el Registro?
-El ReNaTEP estaba contemplado en el marco de la Ley de Emergencia Social sancionada a fines de 2016, ese es el primer instrumento normativo que menciona a los trabajadores y trabajadoras de la economía popular como tales, lo que pasa es que nunca se había concretado en la órbita del Ministerio y por eso lo lanzamos ahora.
3- ¿Cuál es la importancia de este Registro en general y en particular en el contexto de la pandemia por COVID-19?
-Para nosotros este era un instrumento muy importante incluso previo a la pandemia, porque tiene que ver con una realidad en el mundo laboral que identificamos hace mucho tiempo. Informalidad laboral, la precarización, trabajos que no son reconocidos como tales… pero sin duda la pandemia evidenció y denunció a voces toda esta situación que veníamos viendo. La pandemia demostró todas las debilidades que teníamos en el marco laboral, y el IFE fue un instrumento que nos dio números en ese sentido, porque se planificó para cuatro millones de personas y se anotaron doce y lo terminaron recibiendo ocho.
Esto quiere decir que el Estado no conoce la situación laboral de las personas en relación a la inestabilidad que tienen. Hay por lo menos el doble de gente de lo que el Estado pensaba, que no tiene garantizados los derechos laborales tal cual los ordena el mundo del trabajo asalariado tradicional. Por eso estamos yendo a conocer esos datos. Esta situación que estamos viviendo, que manifiesta esta crisis laboral que traemos hace tiempo, pero que ahora sin dudas se agudiza, y está sobre la escena junto a una crisis social importante.
En este sentido, el Registro se torna una herramienta fundamental, ya que nos va permitir ordenar, conocer, organizar la salida a la pandemia en relación a fomentar el trabajo. Vamos a poder saber qué tipo de tareas, qué trabajos se necesitan…
Por otro lado, la pandemia demostró que en este sector social se realizan un gran número de tareas esenciales para la sociedad. Son trabajos que existen hace mucho tiempo, pero que no son reconocidos por el mercado, no son valorados, se desarrollan en sus márgenes, y que además son poco reconocidos por la sociedad y que el Estado recién ahora los está empezando a mirar. Por ejemplo, aquellos que realizan tareas en comedores y merenderos, los cartoneros y cartoneras que realizan tareas vinculadas de reciclado; trabajos no reconocidos, que existen y que son esenciales para la sociedad.
4- ¿Cómo se articula el Registro con otras políticas del Ministerio?
-El Registro es un primer paso en el camino de formalización de estos trabajadores. Un primer paso fundamental para después poder acceder a otra cantidad de herramientas que ya tiene el Ministerio y que abarcan diferentes aspecto.
Por ejemplo, el programa Potenciar Trabajo es una gran herramienta para recibir financiamiento para mejorar las unidades productivas y lo que se está realizando en términos laborales, y también tiene una línea de transferencia de ingresos. Eso sirve para un sector de los trabajadores.
Hay otros, que por el momento de su producción, quizás necesiten herramientas fiscales, es decir acceder al monotributo al 50 por ciento o costo cero; esto lo estamos planificando para que exista el primer escalón de esa relación fiscal. También tenemos que pensar en herramientas financieras como créditos no bancario y cuentas bancarias de libre movimiento, porque hoy los titulares de los programas sociales tienen cuentas en las que solo pueden recibir transferencias del Estado.
Y si nosotros apostamos y queremos que crezcan y sus emprendimientos se desarrollen, van a necesitar transferir ellos o poder recibir de emprendimientos privados. Además tenemos las herramientas relacionadas con lo comercial, buscamos generar nuevos espacios de comercialización y estrategias amigables para el sector.
Por último, la capacitación y certificación laboral. Por eso el Registro es fundamental, con el conocimiento de esta población podemos ver qué herramientas de las que se están planificando necesita cada uno.
5- Se podría decir, en resumen, que el ReNaTEP es una especie de radiografía de un sector social que va a permitir tener la información para elaborar políticas puntuales…
-Sin duda. El Estado no puede planificar políticas acordes si no conoce. Es evidente que no conocemos a este sector. Hay muchos datos de la situación social, del nivel de pobreza, pero lo que no sabemos la relación de este sector con el trabajo. Qué hacen, dónde lo hacen… dónde lo hacen es muy importante porque no es lo mismo planificar políticas para Humahuaca que para Buenos Aires, por ejemplo. Este es un registro de trabajadores, no es un registro de pobreza.
“El Registro es fundamental, con el conocimiento de esta población podemos ver qué herramientas de las que se están planificando necesita cada uno.” Sonia Lombardo