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La comunicación es un concepto complejo y polisémico que puede definirse de diferentes maneras según el enfoque o la perspectiva que se adopte. Una posible definición es la siguiente: proceso de producción social de significaciones mediante el intercambio de mensajes entre emisores y receptores.
“Los hombres quieren la identidad y la comunicación a la vez”.
Dominique Wolton
La comunicación tiene dos dimensiones principales: la normativa y la funcional
• La dimensión normativa se refiere al cómo de la comunicación, es decir, a las reglas, normas y valores que rigen el proceso comunicativo y que determinan lo que es correcto o incorrecto, adecuado o inadecuado, ético o no ético en cada contexto. La dimensión normativa implica un aspecto de intercambio y comprensión entre los participantes.
• La dimensión funcional se refiere al para qué de la comunicación, es decir, a las funciones o finalidades que cumple en las sociedades y las economías. La dimensión funcional implica un aspecto de producción y consumo de mensajes e información. Algunas funciones de la comunicación son: informar, persuadir, entretener, educar, socializar, etc.
Relación entre las dimensiones normativa y funcional
La relación entre las dimensiones normativa y funcional de la comunicación es compleja y dinámica. No se trata de dos aspectos separados o contrapuestos, sino de dos dimensiones que se complementan y se influyen mutuamente.
Por un lado, la dimensión normativa condiciona la dimensión funcional, ya que las reglas y los valores que rigen la comunicación determinan las posibilidades y los límites de las funciones que esta cumple.
Igualmente, en una sociedad democrática, la comunicación tiene como función informar a los ciudadanos con veracidad y pluralidad; mientras que, en una sociedad autoritaria, la misma tiene como función controlar y manipular a los ciudadanos con censura y propaganda.
En contrapartida, la dimensión funcional modifica la dimensión normativa, ya que las funciones y los fines que persigue la comunicación generan cambios y conflictos en las reglas y los valores que la regulan.
Por ejemplo, el desarrollo de nuevas tecnologías como Internet ha supuesto un desafío para las normas legales y éticas que protegen el derecho a la información, a la privacidad o a la propiedad intelectual.
La dimensión normativa y la dimensión funcional: dos enfoques esenciales en la empresa
La comunicación es uno de los pilares fundamentales de cualquier empresa y su correcto uso puede marcar la diferencia en el éxito o fracaso de la organización.
En el ámbito empresarial, dos enfoques importantes son la comunicación normativa y la comunicación funcional. Ambos enfoques son esenciales para el correcto funcionamiento de la empresa y su diferenciación puede ser clave para determinar el éxito en la consecución de los objetivos empresariales.
La dimensión normativa: regulación y estandarización
La misma se centra en la regulación y estandarización de la comunicación empresarial. En este enfoque, se establecen las normas y pautas que deben seguirse en la comunicación interna y externa de la organización.
La dimensión normativa se enfoca en la estandarización para garantizar la uniformidad de los mensajes que se transmiten. Esto incluye la utilización de lenguaje claro y conciso, el empleo de logos y colores corporativos, y la uniformidad en la presentación de informes y documentos.
Un ejemplo de esto es el manual de estilo de una empresa, que establece cómo deben escribirse los correos electrónicos, informes y otros documentos empresariales.
La dimensión funcional: enfoque en la eficacia y la eficiencia
La dimensión funcional, por otro lado, se enfoca en la eficacia y la eficiencia en la comunicación empresarial.
Según Ana Martín, consultora empresarial, “la dimensión funcional se centra en garantizar que los mensajes se transmitan de manera clara y efectiva para lograr los objetivos empresariales”.
Se busca asegurar que los mensajes sean claros y precisos, sin importar el canal o medio utilizado.
Por ejemplo, un correo electrónico eficaz debe transmitir la información de manera clara y concisa, y ser redactado de tal manera que el destinatario comprenda rápidamente lo que se está comunicando.
Además, la dimensión funcional también implica el uso de herramientas eficientes, como la automatización de correos electrónicos o el uso de plataformas de comunicación en tiempo real para mejorar la eficiencia.
¿Cómo combinar ambos enfoques?
Las dimensiones normativa y funcional son enfoques complementarios en la comunicación empresarial. Mientras que la primera se enfoca en la estandarización y uniformidad de los mensajes, la dimensión funcional se centra en la eficacia y la eficiencia de los mensajes.
Una forma de combinar ambos enfoques es emplear la dimensión normativa para establecer las pautas y normas de la comunicación empresarial, y la dimensión funcional para asegurar que los mensajes se transmitan de manera clara y efectiva, sin importar el canal o medio utilizado.