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En la era digital, la intolerancia en la comunicación personal ha adoptado nuevas formas, y las plataformas de redes sociales se han convertido en un elemento central de ese problema.
Sin embargo, Argentina, un país vibrante conocido por su fuerte tejido social, está lidiando con un creciente problema de intolerancia en la comunicación personal.
Este fenómeno se ve alimentado por los efectos nocivos de las redes sociales y el auge del ghosting, que están erosionando los cimientos de las relaciones sanas. En este artículo nos adentramos en las implicaciones de esta tendencia, arrojando luz sobre su impacto y explorando posibles remedios.
El auge de la intolerancia:
Argentina se ha enorgullecido durante mucho tiempo de su rico patrimonio cultural y de su tradición de comunicación personal cálida e integradora. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un notable aumento de la intolerancia en las interacciones interpersonales. El auge de las plataformas de redes sociales ha contribuido a este fenómeno al crear espacios virtuales que a menudo carecen de empatía y fomentan comportamientos divisivos.
Las plataformas de redes sociales, como Facebook, Twitter e Instagram, se han convertido en caldo de cultivo de la intolerancia, donde los individuos son más propensos a participar en acalorados debates y lanzar insultos desde detrás de la seguridad de una pantalla. Este entorno en línea ha dado lugar a una cultura de polarización, en la que las opiniones divergentes se reciben con hostilidad en lugar de con un diálogo respetuoso.
A partir de la información estadística disponible en el registro de “Denuncias recibidas por el INADI: un informe del periodo 2008-2019”, se ha observado que el 3,1% de las denuncias presentadas son causados por situaciones de discriminación por motivos religiosos, lo que representa el 11 o lugar a nivel nacional, lo que representa el 6.o motivo más afectado en la ciudad autónoma de Buenos Aires.
El principal ámbito donde se denuncia la práctica discriminatoria denunciada es el barrio o la vivienda. En este ámbito, la discriminación por motivos religiosos ocupa el 5.º lugar, es decir, resulta más elevado que en el resto de los ámbitos. Otro espacio relevante para la intervención es el de la Vía Pública y el Transporte.
Ghosting: Un dilema de comunicación
El ghosting, el acto de cortar repentinamente toda comunicación con alguien sin explicación o advertencia, ha surgido como otro problema prominente que alimenta la intolerancia en las relaciones personales. Este fenómeno, frecuente sobre todo en el ámbito de las citas y la amistad en línea, tiene graves consecuencias para el bienestar mental de las personas y la cohesión general de la sociedad.
No se puede exagerar el impacto psicológico del ghosting. Desconectarse repentinamente de una persona en la que se ha invertido tiempo, emociones y energía puede provocar sentimientos de rechazo, duda e incluso depresión. Además, el ghosting socava la confianza y el respeto, erosionando los cimientos de unas relaciones sanas.
Incluso, no podemos evitar sentir una tristeza intensa y en algunos casos acercarse a la depresión. Se junta la sensación de vacío junto con la de rechazo. No nos quieren y nos respetan tan poco que ni siquiera nos han dicho adiós. Si antes de sufrir el ghosting sufríamos algún tipo de dificultad emocional, es fácil que se intensifique.
Fomentar la empatía y el diálogo abierto:
Para combatir la creciente ola de intolerancia en la comunicación personal, es crucial fomentar la empatía y promover el diálogo abierto tanto en línea como fuera de ella.
La educación desempeña un papel fundamental a este respecto, ya que ayuda a las personas a desarrollar las capacidades necesarias para entablar conversaciones respetuosas y comprender perspectivas diversas.
Las escuelas deben incorporar programas integrales de alfabetización digital que enseñen a los estudiantes el uso responsable de las redes sociales, haciendo hincapié en la importancia de la empatía y el diálogo constructivo. Además, las organizaciones de medios de comunicación y las propias plataformas de redes sociales tienen la responsabilidad de crear espacios seguros que fomenten el discurso civil y desalienten la incitación al odio.
Los organismos oficiales pueden desempeñar un papel importante en la promoción de campañas de sensibilización que pongan de relieve el impacto de la intolerancia y promuevan prácticas de comunicación positivas. Los anuncios de servicio público, las campañas en las redes sociales y las iniciativas comunitarias pueden contribuir a concienciar y fomentar prácticas de comunicación inclusivas.
Intolerancia en la expresión
La intolerancia en la comunicación personal es un problema acuciante que Argentina debe afrontar para preservar su vibrante tejido social. El auge de las plataformas de redes sociales y la prevalencia del ghosting han traído consecuencias perjudiciales, erosionando la empatía y generando divisiones dentro de la sociedad.
Sin embargo, cultivando la empatía, fomentando el diálogo abierto y promoviendo una ciudadanía digital responsable, Argentina puede recuperar su legado de comunicación personal, inclusiva y respetuosa, construyendo relaciones más fuertes y armoniosas para el futuro.
